Retrato dun vello agricultor, Van Gogh
No limiar da eternidade, Van Gogh
Aprendeu a escribir no servizo militar
a raia da súa sinatura
risca como unlla que suca o xeo
no parabrisas dun tractor.
Pono nervioso o teléfono,
ese estraño que entra sen chamar á porta,
con zapatos de cidade,
e que o can non cheira.
Falar fala moi pouco.
A vida comeulle as palabras
ao tempo que agrandaba as mans.
Esas mans cavaron pozos e sostiveron tellados.
Nesas circunstancias compre ter a boca ben pechada.
Pero nin sequera así é capaz de ver matar o porco,
a única carne que lle gusta, mellor se está torrada.
O viño ten que ser barato,
e entón, cando o bebe en longos grolos,
penso que lle axuda a tragar
unha historia que xamais contará.
Cando mira o lume das achas na cheminea,
vai nun tren que atravesa a neve.
Colleríao da man, porque é o meu pai,
pero abráiano tanto as mostras de agarimo
como o aire dun lobo.
Manuel Rivas, 1996
Versión en castelán
Aprendió a escribir en el servicio militar
la raya de su firma
rasca como uña que surca el hielo
en el parabrisas de un tractor.
Lo pone nervioso el teléfono,
ese extraño que entra sin llamar a la puerta,
con zapatos de ciudad,
y que el perro no huele.
Hablar habla muy poco.
La vida le comió las palabras
al tiempo que agrandaba las manos.
Esas manos cavaron pozos y sostuvieron tejados.
En esas circunstancias es necesario tener la boca bien cerrada.
Pero ni siquiera así es capaz de ver matar al cerdo,
la única carne que le gusta, mejor si está tostada.
El vino tiene que ser barato,
y entonces, cuando lo bebe en largos tragos,
pienso que le ayuda a tragar
una historia que jamás contará.
Cuando mira el fuego de las astillas en la chimenea,
va en un tren que atraviesa la nieve.
Lo cogería de la mano, porque es mi padre,
pero le asombran tanto las muestras de cariño
como el aire de un lobo.
Manuel Rivas, 1996