miércoles, 8 de diciembre de 2010

O carballo torto





-> Versión en Galego

Unha belota pequena xermolou baixo a terra, e ao chegar a primavera un carballo saíu dela, foi medrando paseniño, non tiña ningunha présa, ao carón do camiño, achegadiño, loitando polo espazo cunha longa pedra, na que sentaba a xente que ía camiño da feira.

Unha noite de agosto, noite de lúa chea, catro homes saíron polo camiño da aldea, eran uns fascistas que ían "pasear" a un que a semana pasada era o seu amigo. O home ía por diante, arrastrando os pés, as mans as costas, inclinada a cabeza, os outros ían armados e mandárono subirse á pedra, dúas balas no corpo do home, a outra pasou rozando unha orella, e non parou ata cravarse na madeira.

Caeu o corpo morto ao fondo daquela cuneta, tapárono con terra e volveron para a aldea. As raíces do carballo estarrecéronse de pena, parecía que os humanos perderan a cabeza, aqueles catro mozos, cando aínda eran nenos, xogaran baixo as súas pólas ou rubiran por elas buscando os niños.

Ao solpor, todos os días, unha muller, que daquela era case unha nena, ía sentar na pedra, bagoas amargas esvaraban polas súas meixelas, sempre levaba nas mans un ramallo de flores frescas, dáballes un bico e
deixábaas caer ata fondo da cuneta.

Os anos non pasaron en balde, a muller, que case era nena, xa é unha vella, paseniño, cun caxato, anda arrastrando as pernas, senta ao carón do carballo e espera..., leva décadas esperando que se faga xustiza na terra.


Agora, cos novos tempos, o camiño será estrada e estorban o carballo e a pedra, o tronco do carballo torto acabará na cheminea, primeiro será unha serra e despois un machado e unha maza romperán a dura madeira.


Os segredos do carballo morrerán na lareira!!!
e cando morra a vella, quen se lembrará do home da cuneta?

http://www.xornalgalicia.com/index.php?name=News&file=article&sid=73091
Justificar a ambos lados



-> Versión en castelán




Una bellota pequeña brotó bajo tierra, y al llegar la primavera un roble salió de ella, fue creciendo despacito, no tenía prisa alguna, a un lado del camino, acurrucado, luchando por el espacio con una larga piedra, en la que se sentaba la gente que iba a la feria.


Una noche de agosto, noche de luna llena, cuatro hombres salieron por el camino de la aldea, eran unos fascistas que iban a "pasear" a uno que la semana anterior era su amigo . El hombre iba por delante, arrastrando los pies, las manos en la espalda, inclinada la cabeza, los otros armados, lo mandaron subirse a la piedra, dos balas en el cuerpo del hombre la otra pasó rozando una oreja y no paró hasta clavarse en la madera.


Cayó el cuerpo muerto al fondo de aquella cuneta, lo taparon con tierra y regresaron a la aldea.
Las raíces del árbol se estremecieron de pena, parecía que los humanos habían perdido la cabeza, aquellos cuatro jóvenes, cuando todavía eran niños habían jugado bajo sus ramas o habían subido por ellas buscando nidos.

A la puesta de sol, todos los días, una mujer, que en aquellos tiempos era casi una niña, se sentaba en la piedra, lágrimas amargas resbalaban por sus mejillas, siempre traía en sus manos un ramillete de flores frescas, les daba un beso y las dejaba caer hasta el fondo de la cuneta.


Los años no pasaron en vano, la mujer, que casi era una niña, ahora es una vieja, despacio, con un bastón, anda arrastrando las piernas, se sienta al lado del roble y espera..., lleva décadas esperando que se haga justicia en la tierra.


Ahora con los tiempos modernos, el camino será carretera y estorban el roble y la piedra, el tronco del roble torcido acabará en la chimenea, primero será la sierra y después un hacha y una maza romperán la dura madera.


¡¡¡Los secretos del roble morirán en la hoguera!!! y cuando muera la vieja ¿quién recordará al hombre de la cuneta?

http://www.xornalgalicia.com/index.php?name=News&file=article&sid=73091

21 comentarios:

José Vte. dijo...

Impresionante, Dilaida, no puede ser mas real y mas crudo, desgraciadamente que actual es esta historia que nos has regalado.

Bicos y mucha suerte en el concurso, te la mereces

Anónimo dijo...

El relato parece real, lo sea o no es bonito y triste...
Así es la vida ingrata con muchas vidas...y si se pierden los testigos, aunque sea un mudo arbol, como tú dices no habrá nada que recuerde estas duras historias.
Suerte rival y fiel al concurso.

mariajesusparadela dijo...

Lo recordará la conciencia colectiva. Y cuando nos reunamos alrededor del fuego del hogar, alguien nos recordará la historia.

ARO dijo...

El olvido se lo irá comiendo todo, si nos descuidamos y no damos testimonio escrito de lo que el tiempo de la memoria borra.

Montserrat Sala dijo...

Que bonita historia, amiga Dilaida. Real y por desgracia todavia vigente. Las guerras fraticidas nos traen estas inenarrables y dolorosas situaciones.
Te deseo mucha suerte en el concurso.
Cordialmente

Anusky66 dijo...

que tristeza me a ha causado la historia ,pensando en cuantos olvidados habrá por pozos secos y cunetas.

Suerte
Un besazo

Maripaz dijo...

Dilaida, una bonita historia magnificamente relatada, triste, muy triste...

No podemos dejar morir la memoria de esas personas, tenemos que alzar nuestras voces para que lo sepa el mundo entero.

Bicos

MAMÉ VALDÉS dijo...

Todo lo que se olvida vuelve a suceder, que historia más dura y real y por desgracia esos fue "ayer" muy buena tu aportación al concurso, un saludo.

emejota dijo...

Triste pero magnífico y tan emotivo. Así es la vida, con el paso del tiempo todo se borra y sin embargo las mismas emociones persisten, aunque falte la "niña". A mi abuelo le ocurrió lo mismo, mi tía la niña que mi madre ya era viuda, cuando yo falte no creo que mis hijos lo recuerden. Una gran entrada y un abrazo muy fuerte.

Txema dijo...

Nadie.

Bicos

ibso dijo...

Lo siento Dilaida, me niego a creer que la muerte sea el final y la antesala del olvido. Me niego a creer que la vida solo sea una sucesión de acontecimientos inconexos, un crisol de pensamientos, sentimientos, sueños y/o realidades que desaparecerán con nosotros y que solo una minúscula parte permanecerá mientras dure la memoria de los que nos amaron. Me niego con todas mis fuerzas a creer eso.

Un saludo y mucha suerte, Ibso.

Encarni dijo...

Dilaida puede ser literatura lo que cuentas, pero también pudo ser real, de hecho a nuestros abuelos y abuelas le tocó vivirlo desgraciadamente. Se acordarán los libros de historia, por ejemplo Mª Antonia Iglesias cuenta muchas historias muy, muy tristes, para ponerse a llorar cada vez, como esta historia tuya que nos recuerda las injusticias que se cometieron en una guerra fraticida como la que hubo en España.

Me ha gustado mucho la historia.

Un abrazo y mucha suerte compañera.

nocheinfinita dijo...

Por eso es tan importante tener y no olvidar nuestra memoria histórica. Con tu entrada hoy hemos recordado muchas cosas.

Un abrazo

noche

Calvarian dijo...

En una guerra civil, eliges o te eligen el bando. Todos pierden, unos más que otros, pero todos pierden. Estas historias se dieron en ambos bandos,por desgracia, aunque ahora sólo resulte políticamente correcto mirar para un lado.
El recuerdo no devuelve nada, sólo es recuerdo y dolor. Es historia, es vida.
Alguien dijo..."Aquel pueblo que olvida su historia, esta condenado a repetirla" Aprendamos de los errores.

Bésix

felicitat dijo...

Hola Dilaida,
Siempre con tus reales historias me llevas a un viaje. A mi abuelo le apalizaron como cuentas, pero murió en su casa, junto a sus hijos y mi abuela desangrado por dentro. Lo que hacen las formas de pensar diferentes de gente que no escuchan ni entienden lo que no quieren.
Ahora ya están encontrando muchos de esos cadáveres, por suerte.
Saludos, espero tu visita a mi casa.

Isabel Barceló Chico dijo...

Qué historia tan entrañable y tan cruel, querida dialida. ¿Cuántos corazones estarán aún poniendo flores en las cunetas? Un abrazo emocionado.

Rafael Humberto Lizarazo Goyeneche dijo...

Hola, Dilaida:

Sucesos que marcaron la historia de la humanidad, hoy al igual que ayer no respetamos la vida ajena y todo se convierte en un circulo vicioso. Oscuros intereses ennegrecen la conciencia humana.

Gracias por visitarme, felices fiestas navideñas.

Abrazos.

matrioska_verde dijo...

tremendísima historia, tremendas historias las que fueron iguales a ésta... todos recordamos alguna... historias como ess nunca serán olvidades, ni que pase una carretera ni lo que sea.

biquiños.

Xan dijo...

Se perdemos a Memoria Histórica, se non rehabilitamos aos asasinados, se non condenamos aos asasinos, a xustiza só será un palabra baleira e os asasinos do futuro terán barra libre para roubar vidas intentando enterrar as ideas.
Saúdos

Marcos dijo...

Todos los que creemos en la Memoria Histórica y en la Justicia lo recordaremos, Marisol, y los jóvenes tendremos que hacer un gran esfuerzo para que esto no caiga en saco roto.
Grazas por facernos recordar.
Bicos y saludos progresistas de Madrid.

Isabel Martínez Barquero dijo...

Descorazonadora y cierta la historia que narras. Lo que más me apena de ella, como de otras similares, son las vidas que han recordado continuamente y sin fin mientras tenían aliento. Y las que siguen recordando.
Bicos, querida Dilaida.