Ao longo do inverno dorme nun baixo dunha casa que está en construción e o resto do ano está alí no camiño ou vaise, non se sabe a onde, para volver pola mañá. Algúns veciños dámoslle de comer e el decide onde vai estar e o que vai facer.
Hai veces que vai ata Vilarchao e vémolo alí diante do ambulatorio, as veces incluso alí deitado diante da porta de urxencias e a miúdo rímonos e preguntámoslle se vai "tomar a tensión" el dálle ao rabo e solta un ladro.
As fins de semana vai camiñar coa Emilia e comigo e se puidésedes ver o contento que se pon cando nos ve saír. Comeza a dar voltas, ladra, salta...
O domingo unha amiga fíxome un agasallo, regaloume o libro de Victor Campio Pereira "O aire, a luz e o canto", a min os libros de poesía gústame lelos ao principio ao chou, hoxe levanteime e deixei que se abrise e na páxina 133 está o soneto "Can perdido" e aínda que non é a historia do "Lavandeira" xa que el nunca quixo perderse, foi un desalmado o que o levou nun coche, fíxoo saír e fuxiu. Eu voulle adicar este marabilloso soneto.
polos camiños unha vida antiga,
unha noite de esmorga, algunha miga
de pan de amores que necesitaba.
Botouse a andar o can. Eu vino. Andaba
entre as mestas milleiras da alta espiga
xogando ó sol cunha cadela amiga,
ciumenta femia que o reconfortaba.
Eu vin andar o can, mastín tourengo,
perdido do seu amor por amores,
e vino xa máis tarde, canso e rengo,
querendo regresar. Mais non podía.
Perdera xa promesas e favores.
Era un can -coma min- sen alegría.
Al "Lavadeira" lo abandonaron hace más o menos dos años, un día lo vimos allí en el pueblo de Lavandeira acostado bajo un roble y desde entonces es el jefe del pueblo. Yo, como no sabía cómo llamarle, comencé llamándole "Lavandeira" y debió de gustarle el nombre porque hace caso cuando lo llamo.
Durante el invierno duerme en un bajo de una casa que está en construcción y el resto del año está allí en el camino o se va, no se sabe a donde, para volver por la mañana. Algunos vecinos le damos de comer y él decide dónde va a estar y lo que va a hacer.
A veces va hasta Vilarchao y lo vemos allí delante del ambulatorio, en ocasiones, incluso allí tumbado delante de la puerta de urgencias y a menudo nos reímos y le preguntamos si va "a que le tomen la tensión" él le da al rabo y suelta un ladrido.
Los fines de semana va a caminar con Emilia y conmigo y si pudierais ver que contento que se pone cuando nos ve salir. Comienza a dar vueltas, ladra, salta...
El domingo una amiga me hizo un maravilloso regalo, me regaló el libro de Victor Campio Pereira "El aire, la luz y el canto"; a mí los libros de poesía me gusta leerlos al principio al tuntún, hoy me levanté y dejé que se abriera y en la página 133 está el soneto "Perro perdido" y aunque no es la historia de "Lavandeira" ya que él nunca quiso perderse, fue un desalmado que lo llevó en un coche, le hizo salir y huyó. Yo le voy a dedicar este maravilloso soneto.
Era un terco. Se echó a andar. Buscaba
por los caminos una vida antigua,
una noche de juerga, alguna miga
de pan de amores que necesitaba.
Se echó a andar el perro. Yo lo vi. Andaba
entre las densos maizales de alta espiga
jugando al sol con una perra amiga,
celosa hembra que el reconfortaba.
Yo vi andar el perro, mastín en celo,
perdido de su amor por amores,
y lo vi ya más tarde, cansado y renco,
queriendo regresar. Mas no podía.
Había perdido ya promesas y favores.
Era un perro -como yo- sin alegría.
8 comentarios:
Me alegro que Lavandeira tenga proctores y se sienta acompañado, él devolverá con crec es lo que le dais, ya sabes como pienso de esto, un bico para Lavandeira y otro para ti y todas esas personas que lo protegen, y muy bonita la poesía
Non hai de qué, xa cho dixen, telo pagado hai xa moito.
Gracias a vosotras he descubierto a Victor y comenzado a leerlo.
Es un maravilloso escritor
Bicos
Una historia preciosa la de Lavandeira. Y me gusta sobre todo que a pesar de que le han abandonado, o quizás por eso, el es libre y va dónde le apetece sin fijar un sitio.
Bicos
Salud y República
Deberías contar tamén que "lavandeira" é o nome dun paxaro, o mais ceibe e "chulo" da paxareiría...
profunda historia y hermosos versos...
ojalá que ese perrito esté protegido..
besosss
Una historia maravillosa pero con un feliz final. A través de amigos comunes te descubro.
Con tu permiso te sigo.
Un abrazo
Dócil can
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