martes, 5 de enero de 2010

Homenaxe a Miguel Hernández





Las abarcas desiertas
As abarcas desertas

Por el cinco de enero

Polo cinco de xaneiro,

cada enero ponía

cada xaneiro poñía

mi calzado cabrero

o meu calzado cabreiro

a la ventana fría.

á ventá fría.

Y encontraba los días

E atopaba os días

que derriban las puertas,

que derruban as portas,

mis abarcas vacías,

as miñas abarcas baleiras,

mis abarcas desiertas.

as miñas abarcas desertas.

Nunca tuve zapatos,

Nunca tiven zapatos,

ni trajes, ni palabras:

nin traxes, nin palabras:

siempre tuve regatos,

sempre tiven regueiros,

siempre penas y cabras.

sempre penas e cabras.


Me vistió la pobreza,

Vestiume a pobreza,

me lamió el cuerpo el río

lambeume o corpo o río

y del pie a la cabeza

e do pé á cabeza

pasto fui del rocío.

pasto fun do orballo.

Por el cinco de enero,


Polo cinco de xaneiro,

para el seis, yo quería

para o seis, eu quería

que fuera el mundo entero

que fose o mundo enteiro

una juguetería.

unha xoguetería.

Y al andar la alborada


E ao andar a alborada

removiendo las huertas,

removendo as hortas,

mis abarcas sin nada,

as miñas abarcas sen nada,

mis abarcas desiertas.

as miñas abarcas desertas.

Ningún rey coronado

Ningún rei coroado

tuvo pie, tuvo gana

tivo pé, tivo gana

para ver el calzado

para ver o calzado

de mi pobre ventana.

da miña pobre ventá.

Toda gente de trono,

Toda xente de trono,

toda gente de botas

toda xente de botas

se rió con encono

riuse con carraxe

de mis abarcas rotas.

das miñas abarcas rotas.

Rabié de llanto, hasta


Rabiei de choro, ata

cubrir de sal mi piel,

cubrir de sal a miña pel,

por un mundo de pasta

por un mundo de pasta

y unos hombres de miel.


e uns homes de mel.

Por el cinco de enero

Polo cinco de xaneiro

de la majada mía

do meu curro

mi calzado cabrero

o meu calzado cabreiro

a la escarcha salia.

á xeada saía.

Y hacia el seis, mis miradas

E cara ao seis, as miñas miradas

hallaban en sus puertas

atopaban nas súas portas

mis abarcas heladas,

as miñas abarcas xeadas,

mis abarcas desiertas.

as miñas abarcas desertas.















9 comentarios:

RGAlmazán dijo...

Otro poema contra el ultraje y para homenajear a uno de los más grandes.
Bicos.

Salud y República

mariajesusparadela dijo...

Penso que foi Anuski quen elexiu o mesmo poema ca ti. Máis propio, imposible.

Juan Carlos dijo...

¡Fantástico!

Felipe Medina dijo...

Excelente elección

Un homenaje al ultraje

Un homenaje un hombre bueno

Bicos

Lembranza dijo...

Moi ben elexido, Graciñas. Un bico

Ciberculturalia dijo...

También muy buena elección. Todos a defender la memoria de Miguel Hernández.
Un abrazo

Josep dijo...

Un gran homenaje.
Gracias por defender la memoria de Miguel Hernández.

Salut

Palmeral dijo...

Para conocer un poco más la vida y obra de Miguel, ir a la web que os ajunto sobre el centenario:
http://mhernandez-palmeral.blogspot.com/

Isabel Barceló Chico dijo...

Ese poema maravilloso relata el sentir de muchas otras personas, niños como él, pobres, con un sentimiento de abandono y olvido brutal, porque la pobreza hasta te arranca las ilusiones. Hay mucho dolor. Un abrazo muy fuerte, querida amiga.