Non soporto os perfumes fortes, o meu sentido do olfacto ante estas situacións, ás veces xógame malas pasadas e liberase con espirros.
Vou contar unha anécdota moi curiosa. Hai anos, nunha ocasión en que me tocou subir no ascensor cunha veciña, no momento que se cerrou a porta do ascensor ao meu nariz chegou un cheiro tan forte, que de golpe e por sorpresa, veume un espirro. Sentín tanta vergoña que non sabía como saír do apuro e para "arranxalo" non se me ocorreu outra cousa que dicirlle "Ostra! que ben cheira o perfume levas"
Díxome o nome, e nese momento, cheguei ao meu andar, por sorte, puiden liberarme, porque estaba temendo que se me ía escapar outro espirro.
Contei o que me pasara á miña familia e o mal que me sentira ante aquela situación.
Aos poucos días, a veciña chamou na porta da miña casa e como eu non estaba, deulle a unha das miñas fillas un paquetiño; díxolle que era un regalo para min. Cando cheguei de traballar, vin o agasallo da veciña e tiven que soportar as risas de todos os membros da miña familia.
Aínda conservo o regalo, debe de levar comigo preto de 20 anos, se fose whisky estaría no camiño de converterse en gran reserva. Nunca pensei en utilizalo, pero tampouco podería tiralo ou darllo a outra persoa, sei que é moi caro e que a muller fíxoo con todo cariño.
Esta é unha das moitas razóns polas que eu nunca agasallo a ninguén con perfume, é algo tan persoal, que un mesmo perfume, pode ser moi agradable nunha persoa e noutra pode chegar a repeler.
Versión en castelán
No soporto el perfume fuerte, mi sentido del olfato ante estas situaciones, a veces, me juega malas pasadas y se libera con estornudos.
Hace años, en una ocasión en que me tocó subir en el ascensor con una vecina, en el momento que se cerró la puerta del ascensor, a mi nariz llegó un olor tan fuerte, que de golpe y por sorpresa, se me escapó un estornudo. Sentí tanta vergüenza que no sabía como salir de la situación y para "arreglarlo" se me ocurrió decirle "¡Ostras, que bien huele el perfume llevas!". Me dijo el nombre, y en ese momento, llegué a mi piso, por suerte, pude liberarme porque estaba temiendo que se me iba a escapar otro estornudo.
Conté lo que me había pasado a mi familia y lo mal que me había sentido ante aquella situación.
Pocos días después, la vecina llamó a mi puerta y como yo no estaba, le dio a una de mis hijas un paquetiño, le dijo que era un regalo para mí. Cuando llegué de trabajar vi el regalo de la vecina y tuve que aguantar las risas de todos los miembros de mi familia.
Aún conservo el regalo, debe de llevar conmigo cerca de 20 años, si fuese whisky estaría camino de convertirse en gran reserva. Nunca pensé en utilizarlo, pero tampoco podría tirarlo o dárselo a otra persona, sé que es muy caro y que la mujer lo hizo con todo el cariño.
Ésta es una de las muchas razones por las que yo nunca regalo a nadie perfume, es algo tan personal, un mismo perfume, que puede ser muy agradable en una persona, en otra puede repeler.
20 comentarios:
A mí tampoco me gustan los perfumes muy fuertes, prefiero los livianos.
La verdad es que hay gente que parece que se pone un litro. jajaja.
Muy buena la anécdota.
Bicos
Ja,ja. Eso te pasa por educada. Ese perfume es añejo, yo también tengo un par de esos. Uno concretamente ya se ha evaporado. ¡No se por donde! Un fuerte abrazo.
Los perfumes buenos se acoplan a la piel de la persona que lo lleva. Nunca pude soportar uno que se llamaba Poison y un día aparece mi hermana con un olor estupendo, le pregunto qué colonia lleva y me responde... Poisson. Me quedé ojiplático; en ella olía muy bien. Con otro de Carolina Herrera me pasa lo mismo, no lo aguanto salvo cuando lo lleva mi amiga Yolanda a la que le sienta estupendamente.
¿Historia para Paradela de olores?
Salu2
Los perfumes que me gustan son los naturales. Hierbabuena, jazmín, albahaca. Más, mucho más que los que se venden enfrascados.
Bicos.
Salud y Republica
Graciosísima la anécdota que has contado, como bien dice Emejota, la educación, a veces trae esas cosas.
Yo solo regalo perfumes cuando previamente me han insinuado que y cual les gusta.
Un abrazo
A min un dos cheiros que mais me gusta é o arrecendo da zorza...
(bota una risadiña)
Genial anecdota.
A mi si me gustan los perfumes pero hay toda una ciencia para saber elegirlos. Díficil sin duda
Alguna vez he regalado perfume o colonias, pero como si fuera a la farmacia, a la perfumería fuí con la "receta" para no equivocarme, es un regalo muy personal.
Te podías haberte llevado el bote del regalo al guateque de María Jesús y hubiese caido con coca cola, un saludo.
jajajaja, muy bueno. Es verdad que lo de los perfumes es muy personal, es dificil acertar.
Me encanta la pelicula de Al Pacino, y el discurso final, una maravilla.
Los perfumes deben ser suaves y distantes. Y haces bien en no regalarlos porque son algo muy personal. O hay que hacerlo, como dice Mamé, con receta, es decir sabiendo que es el que prefiere la regalada o el regalado.
Hola, Dilaida:
Son las cosas de la vida que a veces nos llevan a vivir situaciones embarazosas, pero a la vez chistosas.
Tú saliste muy bien del mal paso.
Abrazos.
La entrada está divertida...
Los perfumes son algo muy personal...a mi me gustan las colonias de hombre y alguna es la que uso....
ayer estaba buscando canciones para la semana del olfato y me encontré con la película perfume de mujer y volvía a verla ,me encanta.
El perfume es algo muy personal y muy cierto que el mismo perfume huele diferente en dos personas distintas ,el único que siempre acierta al regalarme perfumes es mi hermano .
Buenisima la anécdota ,te pasaste de educada.
Un bico
Me he reído con la anécdota. La verdad es que ¿quién regala algo obsequiado de una forma tan amable? Pero en eso de los perfumes hay que ser muy prudentes con los demás. No todas las narices gustan los mismos olores.
Bicos (y qué hermosa la peli de Robert de Niro, cómo me gustó).
Dilaida, es un peculiar experiencia, y un bonito detalle por tu parte. Una vez me regalaron una colonia que no me gustó, pero no pude reprimir mis muecas, ni mi disgusto!jajajaja... Si no sabes el gusto, es algo muy personal. Besos.
Entendo a situación do ascensor. A min pásame algo parecido cos perfumes. En todo caso, tería sido moito peor se -en troques de ser o perfume o que che provoca a reacción fose algún outro gas que se lle escapase á veciña...
A mín pásame algo parecido. Tamén algúns olores me fan espirrar e incluso algúns provócanme door de testa. Os meus perfumes teñen que ser suaves e mais ben de olores naturais: florais, frutais… Biquiños.
Eu tampouco aturo os perfumes fortes, aínda que non chego os espirros.
Non queres caldo toma duas tazas!!.
A xente que usa unhos perfumes tan intensos é como si quixese agochar algo.
Bicos
O Poisson useino eu porque o levaba alguén e gustábame como recendía; despois púxose de moda e todo dios o levaba, así que deixeino. E en boa hora,porque a miña pituitaria afixérase a él, e xa non percibía o seu olor, así que seguramente fun aumentando a dose, para percibilo [gústame sentir que ulo ben], e cando xa había semanas que me pasara a outro, tooooodo o meu armario cheiraba a Poisson que apestaba!
para que vexades.
Eu son máis de perfumes que de "augas de colonia", tamén de cores fortes, de sabores intensos. admiro as delicadezas e suavidades,
pero teño a mala sorte que non me combinan ben co meu carácter.
E debían.
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