* Cosmogonía
En primeiro lugar existiu o Caos. Despois Gea a de amplo peito, sé sempre segura de todos os inmortais que habitan o nevado cume do Olimpo. No fondo da terra de anchos camiños existiu o tenebroso Tártaro. Por último, Eros, o máis fermoso entre os deuses inmortais, que afrouxa os membros e cativa de todos os deuses e todos os homes o corazón e a sensata vontade nos seus peitos. Do Caos xurdiron Érebo e a negra Noite. Da Noite a se vez naceron o Éter e o Día, aos que alumou preñada en contacto amoroso con Érebo. Gea alumou primeiro ao estrelado Urano cos seus mesmas proporcións, para que a contivese por todas partes e poder ser así sede sempre segura para os felices deuses. Tamén deu a luz ás grandes Montañas, deliciosa morada de deusas, as Ninfas que habitan nos boscosos montes. Ela igualmente pariu ao estéril piélago de axitadas ondas, o Ponto, sen mediar o grato comercio.
En primeiro lugar existiu o Caos. Despois Gea a de amplo peito, sé sempre segura de todos os inmortais que habitan o nevado cume do Olimpo. No fondo da terra de anchos camiños existiu o tenebroso Tártaro. Por último, Eros, o máis fermoso entre os deuses inmortais, que afrouxa os membros e cativa de todos os deuses e todos os homes o corazón e a sensata vontade nos seus peitos. Do Caos xurdiron Érebo e a negra Noite. Da Noite a se vez naceron o Éter e o Día, aos que alumou preñada en contacto amoroso con Érebo. Gea alumou primeiro ao estrelado Urano cos seus mesmas proporcións, para que a contivese por todas partes e poder ser así sede sempre segura para os felices deuses. Tamén deu a luz ás grandes Montañas, deliciosa morada de deusas, as Ninfas que habitan nos boscosos montes. Ela igualmente pariu ao estéril piélago de axitadas ondas, o Ponto, sen mediar o grato comercio.
A Teogonía de Hesíodo
DE falar, falarei coa terra.
A terra verdadeira,
a negra terra
onde prende a raíz.
A terra que se pisa.
A terra que se queima e que se crava.
Ese enorme lenzo onde o home debuxa o seu capricho.
Onde o home se perde e se revolve en sombras.
A negra terra,
ese corpo de puta vella con dentes amarelos de tabaco,
con olleiras negras de tan azuis.
De falar, só con ela falarei
e falarei coas mans,
docemente coas unllas,
coa paixón dun amante,
como falan, cando albiscan a morte, os
xabaríns feridos.
De falar, falarei coa terra.
Coa terra, con esa negra terra
que cospe, como sangue do peito, primaveras.
Manuel Rivas
Traducción al castellano
Cosmogonía
En primer lugar existió el Caos. Después Gea la de amplio pecho, sede siempre segura de todos los inmortales que habitan la nevada cumbre del Olimpo. En el fondo de la tierra de anchos caminos existió el tenebroso Tártaro. Por último, Eros, el más hermoso entre los dioses inmortales, que afloja los miembros y cautiva de todos los dioses y todos los hombres el corazón y la sensata voluntad en sus pechos. Del Caos surgieron Érebo y la negra Noche. De la Noche a se vez nacieron el Éter y el Día, a los que alumbró preñada en contacto amoroso con Érebo. Gea alumbró primero al estrellado Urano con sus mismas proporciones, para que la contuviera por todas partes y poder ser así sede siempre segura para los felices dioses. También dio a luz a las grandes Montañas, deliciosa morada de diosas, las Ninfas que habitan en los boscosos montes. Ella igualmente parió al estéril piélago de agitadas olas, el Ponto, sin mediar el grato comercio.
Teogonía de Hesíodoro
DE hablar, hablaré con la tierra.
La tierra verdadera,
la negra tierra
donde prende la raíz.
La tierra que se pisa.
La tierra que se quema y que se clava.
Ese enorme lienzo donde el hombre dibuja su capricho.
Donde el hombre se pierde y se revuelve en sombras.
La negra tierra,
ese cuerpo de puta vieja con dientes amarillos de tabaco,
con ojeras negras de tan azules.
De hablar, sólo con ella hablaré
y hablaré con las manos,
dulcemente con las uñas,
con la pasión de un amante,
como hablan, cuando vislumbran la muerte, los
jabalies heridos.
De hablar, hablaré con la tierra.
Con la tierra, con esa negra tierra
que escupe, como sangre del pecho, primaveras.
21 comentarios:
Precioso el poema de Rivas. Me ha gustado mucho, y es verdad: De hablar con alguien hay que hablar con la tierra.
Bicos.
Salud y República
Moi fermoso o poema de Manuel Rivas, e atinado.
Si Dilaida pero me temo que la tierra ya no nos hable, o nos denuncie por mal trato.
Bicos
Siempre me han gustado las explicaciones míticas del universo, así que he disfrutado con esta Teogonía de Hesiodoro.
El poema de Manuel Rivas es precioso y contundente, definitivo. Entra con pasión y extiende sus ecos.
Gracias por el disfrute, querida Dilaida.
Bicos.
que sorpresa tan grata atoparme este poema de rivas, xusto agora, cando ao meu pesar o tempo pasa, e xa que a primavera está, quero respirala, integrarme coa terra, ser UNHA con ela e todo o que contén, só quero deixar fóra a loucura na que homes e mulleres convertemos a existencia: este esquilmar o que nos conforma.
A primavera ponme máis bucólica ainda, se cabe. (que cabe).
:-)
a foto parece que vai rebentar, pero a través da pantalla, xa...
unha aperta.
Manuel Rivas, todo un privilexio ler unha e outra vez as súas palabras.
E a foto, se a miras con calma, ata semella que vai abrindo!
Unha combinación perfecta!
Bicos
Qué incrible é Manuel Rivas.
Hermoso. Muy hermoso. Gracias por compartirlo
Salu2
Me encanta Manuel Rivas.Escribe más con el corazón que con la razón,de ahí su gran valor literario
Bicos
Cuanta poesía la de los antiguos para explicarse la magia de la creación. Si la ciencia pudiera hacer lo mismo con sus análisis, ¿o será que no resulta posible? Un fuerte abrazo.
Bellisímo poema y estupenda entrada.
Biquños
Menuda fuerza tienen esas palabras que nos presentas hoy.
Maravilloso poema de Rivas, igual que es maravillosa la fotografía (irradia vida, fuerza...) y la historia de Gea. Biquiños,
No hay día que no aprenda o me sorprenda algo en mundo mágico de la blogosfera, un saludo.
La tierra está muy enfadada con nosotros, porque ya no le hablamos, sino que la ignoramos, y empieza a cabrearse
Muy hermoso poema, pero duro como la propia tierra.
Un fuerte abrazo
¡Me he quedado sin aliento! Un poema bellísimo, desconocía esta faceta de Manuel Rivas. En cuanto a la Teogonía, hay que reconocer que es fascinante. Un abrazo.
A terra ese lugar no que pasamos a vida destruíndoa.
Bicos
Eso es lo que se necesitaría, hablar más con la tierra, o hablar sencillamente, porque no dialogamos nada con ella. Probablemente menos serían entonces los desastres.
Besitos, amiga, que no me olvido nunca de los amigos.
Magnífico poema. A la tierra hay que hablarle con hechos, ella nos responde con la vida.
No hay día que no aprenda o me sorprenda en la blogosfera con blogs como el tuyo, un saludo.
A flor esa a piques de abrirse é dun magnolio?
(teño a curiosidade)
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