lunes, 12 de marzo de 2012

Seremos quen os traballadores de sacarlle o gas ao sacristán




Isto vai sobre os tempos que estamos a vivir, e eu digo:


Quizais xa non haxa estopas, mais gas aínda queda, e xa vai sendo hora que os traballadores deste país suban ao tellado a buscalo.

Un domingo, o crego dunha aldea mandoulle ao sacristán que collese un cuartillo de gas e unhas poucas estopas e, cando estivese el predicando, que ía tratar sobre o inferno, rubise ao tellado quitase unha tella e, polo buraco, fose botando pouco a pouco estopas ardendo.

Principiou o crego o sermón, e o sacristán a botar de cando en cando estopas acesas. E o crego dicía:

-Mirade, ata o demo sabe que estamos falando do inferno!

Seguiu co sermón e, de alí a pouco, advertiu que as estopas ardendo xa non caían. Daquela berrou:

- Anda satán, segue botando mostras do teu lume eterno!

E o sacristán, que rematara coas estopas, respondeu.

-Gas aínda hai, señor cura, mais as estopas xa se acabaron!


Contos populares. Ed. Galaxia



Versión en castelán

Esto va sobre los tiempos que estamos viviendo, y yo digo:

Quizás ya no haya estopas, pero gas aún queda, y ya va siendo hora que los trabajadores de este país suban al tejado a buscarlo.


Un domingo, el cura de una aldea le mandó al sacristán que cogiera un cuartillo de gas y unas pocas estopas y, cuando estuviera él predicando, que iba a tratar sobre el infierno, trepara al tejado quitara una teja y, por el agujero, fuese echando poco a poco estopas ardiendo.

Comenzó el cura el sermón, y el sacristán a echar de cuando en cuando estopas encendidas. Y el cura decía:

-Mirad, hasta el diablo sabe que estamos hablando del infierno!

Siguió con la plática y, al poco tiempo, advirtió que las estopas ardiendo ya no caían. Luego chilló:

- Anda satanás, sigue echando muestras de tu fuego eterno!

Y el sacristán, que había terminado con las estopas, respondió.

-Gas aún hay, señor cura, pero las estopas ya se acabaron!

Contos populares. Ed. Galaxia























































9 comentarios:

Isabel Martínez Barquero dijo...

Así es, no puedo estar más de acuerdo, que hay que ir a lo esencial y no a lo accesorio, a la fuerza que prende la llama y no a la llama misma.
Bicos.

Rita dijo...

Muy sabio el cuento, si señor, a ver si la gente es tan sabia y espabila porque nos comen por los pies
Bssss

Paz Zeltia dijo...

jaja os teus contos sempre van con segundas...
pois eu sabía tamén algún conto de curas e de sacristáns que son moi populares en Galicia, ou polo menos érano cando había moitos curas e cada parroquia tiña o seu propio.

RGAlmazán dijo...

Curas y sacristanes, buenas parejas. El cuento como siempre con una moraleja importante.
Bicos

Salud y República

felicitat dijo...

jajaja Dilaida. Es que con mentiras no se va a ninguna parte y causando miedo tampoco. Le estuvo bien empleado, seguro que el demonio actuó de veras para dejarlo en ridículo! con el fuego no se juega.
Besos,

MAMÉ VALDÉS dijo...

Una moraleja perfecta para los tiempos que corren, un saludo.

José Vte. dijo...

Buena moraleja, si no hay temor se inventa.

Un abrazo

A nena do paraugas dijo...

Desde logo tés unha puntería para atinar con contos na actualidade que...!

Moito me gustou. Unha verdade coma un templo.

Bicos.

matrioska_verde dijo...

estes contos populares canta sabiduría encerran e que ben veñen para ilustrar a actualidade, claro que hai que sabelo facer tan ben como o fás ti.

biquiños,