sábado, 22 de octubre de 2011

Cave canem





Os farsantes


Tiña un can Xeneroso,


regalo dun seu curmán da montaña.


—"Valeche pouco, —lle dixo


cando llo trouxo— para gardar a casa:


Aínda que o maten non morde a ninguén e só


xa ves, que ten boa planta,


(o can alzaba un metro)


e ladra, iso si, ladra,


ladra, sen que se canse,


o mesmo un día ou dous, que unha semana.


agora, se lle berran algo forte


ou lle ensinan, non máis, unha aguillada,


xa tes o can metido


debaixo dunha mesa ou dunha cama.


—"Sírveme o can —o Xeneroso dixo—


iso era o que eu buscaba:


un farsante! .Verás como o respectan


e non hai un que se lle suba ás barbas".


Encargoulle un colar con moitos cravos,


ordenou fixesen unha casa


de ladrillos, e logo


con cadea de ferro o can amarra,


e por se fose pouco, pintar fixo


sobre unha grosa táboa


un letreiro que avisa a todo o mundo


que o can é fero e traba.


Ninguén máis xa na finca se lle mete,


nin á froita lle van, nin ás patacas.


do can que trouxo Xeneroso corre


entre os veciños do lugar a fama,


e pode, dende entón, moi tranquilo


a perna solta xa durmir na cama.



Cantos homes coñezo,

que aínda que ben non resulte a comparanza,


son como o can de Xeneroso: só


aparentan e ladran.


Hai que ver a soberbia con que ordenan!,


o imperio con que mandan!


Para eles nada de respecto é digno:


ao vello insultan, e á muller aldraxan.


Sostennos, como ao can, as aparencias,


deféndeos só a farsa.


Amador Montenegro


Versión en Castelán



Los farsantes



Tenía un perro Generoso,

regalo de un primo suyo de la montaña.


"Te vale poco, -le dijo,


cuando se lo trajo-, para guardar la casa:


Aunque lo maten no muerde a nadie y sólo


ya ves, que tiene buena planta,


(el perro alzaba un metro)


y ladrar, eso sí, ladra,


ladra, sin que se canse,


lo mismo un día o dos, que una semana.


Ahora, si le gritan algo fuerte


o le enseñan, no más, una aguijada,


ya tienes el perro metido


debajo de una mesa o de una cama".


"Me sirve el perro, - Generoso dijo-


eso era lo que yo buscaba:


¡un farsante! .Verás como lo respetan


y no hay nadie que se le suba a las barbas".


Le encargó un collar con muchos clavos,


ordenó hicieran una casa


de ladrillos, y luego


con cadena de hierro el perro amarra,


y por sí fuera poco, pintar hizo


sobre una gruesa tabla


un letrero que avisa a todo el mundo


que el perro es fiero y muerde.


Nadie más ya en la finca se le mete,


ni a la fruta le van, ni a las patatas.


del perro que trajo Generoso corre


entre los vecinos del lugar la fama,


y puede, desde entonces, muy tranquilo


a pierna suelta ya dormir en la cama.




Cuantos hombres conozco,


que aunque bien no resulte la comparanza,


son como el perro de Generoso: sólo


aparentan y ladran.


¡Hay que ver la soberbia con que ordenan!,


¡el imperio con que mandan!


Para ellos nada de respeto es digno:


al viejo insultan, y a la mujer aldrajan.


Los sostiene, como al perro, las apariencias,


los defiende sólo la farsa.


Amador Montenegr
o

14 comentarios:

Anónimo dijo...

Dilaida, nos has traido una fotografía donde quedan reflejados los farsantes y embusteros que tenemos en politica, por ejemplo, aunque hay muchos/as que andan sueltos y "coge fama y echate a dormir".
Deseo que sigas bien.

mariajesusparadela dijo...

Pois é verdade, a sona cóllese e vai para sempre con un. Tanto ten que non sexa certa.

Isabel Martínez Barquero dijo...

Cuántos perros así hay sueltos por el mundo. Cuánta soberbia y arrogancia tras la cual no existe nada. Sí, Dilaida, "mucho pico y pocos hechos". Y con el pico se coronan y, por él, mueren.
Un abrazo.

Felipe Medina dijo...

La hipocresía es la verdadera lacra de las relaciones humanas.

Hay farsantes pequeños,medianos,mediopensionistas y grandes farsantes.Al fin y al cabo ,todo esto es un inmenso circo de cartón-piedra.

Bicos

Eastriver dijo...

No lo conocía y me has dejado sin palabras. Tanto que me copiaré el poema.

Yo, que creo que sé leer bien (y cuando digo bien, quiero decir bien) te mando un abrazo y entiendo mucho más de lo que aparentemente creo. Es duro buscar este poema y ponerlo, imagino, porque a veces las injusticias nos duelen más de lo que otros puedan imaginarse. No pongas este comentario si no quieres. Tienes mi amistad y mi comprensión. Un abrazo grande.

RGAlmazán dijo...

Las apariencias engañan, y si se busca engañar con las apariencias, a menudo se consigue.
Bicos

Salud y República

Concha L. F. dijo...

E dicir que hai máis xente que vive da farsa, ca quen leva a verdade por diante!

Paz Zeltia dijo...

canta verdade di!
e a foto moi axeitada, peligrosa farsante! pero que bonitiña, non si?

Rafael Humberto Lizarazo Goyeneche dijo...

Hola, Dilaida:

Ojos vemos corazones no sabemos y por algo se dice que las apariencias engañan, es mejor no confiarnos de aquellos lobos que se disfrazan de ovejas.

Un abrazo.

ARO dijo...

Un poema que retrata personajes de la vida real de manera muy acertada. No lo conocía y me ha gustado mucho.

Isabel Barceló Chico dijo...

Encantadora fábula. Aunque al final he pensado: "pobrecito perro, no se merecía que lo comparasen con los matones que andan sueltos por ahí"... Besotes.

m.eugènia creus-piqué dijo...

Muy bonito el poema, no lo conocía.Petonets.

Raposo dijo...

Había que lembrar o refrán que dí: can ladrador, pouco mordedor.

Encarni dijo...

No conocía este poema, pero está muy bien traído. A veces la vida nos puede poner en ese lado del perro, en otro, la apariencia que nos den, o la fama por ejemplo. La diferencia entre lo que realmente somos y lo que dicen que somos puede llegar a ser un abismo.

Un abrazo.